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lunes, 18 de noviembre de 2013

LA RECONSTRUCCIÓN DE LA ECONOMÍA MUNDIAL


Al final de la guerra Europa estaba casi paralizada.
Antes de la guerra, Europa importaba más de lo que exportaba y pagaba la diferencia con las ganancias producidas por sus inversores en el extranjero, su marina mercante y sus servicios financieros. Después de la guerra lo más urgente era atender las necesidades primarias de la población  y la reconstrucción de pueblos y ciudades.
La ayuda llegó principalmente a través de dos canales:
-          Los ejércitos aliados fueron distribuyendo raciones alimenticias de emergencia y medicamentos a las poblaciones civiles.
-          El otro canal de ayuda fue la Administración de Ayuda y Reconstrucción de las Naciones Unidas (UNRRA). Los Estados Unidos corrieron con más de dos tercios del coste y los demás miembros de las Naciones Unidas con el resto.
Después de 1947 el trabajo de la UNRRA dio paso a la Organización Internacional de Refugiados, la Organización Mundial de la Salud y otros órganos especializados de las Naciones Unidas, así como a organizaciones oficiales y voluntarias nacionales.
PLANIFICACIÓN DE LA ECONOMÍA DE POSTGUERRA
En todos los países, la sociedad exigía reformas políticas, sociales y económicas. Las respuestas a esas exigencias en la esfera económica obligó a la nacionalización de los sectores claves de la economía, tales como el transporte, la producción de energía y parte del sistema bancario; a la extensión de la seguridad social y los servicios sociales, que incluían pensiones de jubilación, asignaciones para la familia, cuidados, métodos gratuitos o subvencionados, y mejores oportunidades educacionales, y a la asunción por parte de los gobiernos de mayores responsabilidades para mantener niveles satisfactorios de actuación económica.
En agosto de 1941 en la reunión a bordo de un acorazado en el Atlántico Norte (en Placentia Bay, Terranova), Franklin Roosevelt y Winston Churchill firmaron la Carta Atlántica, que comprometía a sus respectivos países (y en consecuencia a los demás miembros de las Naciones Unidas) a emprender la instauración de un sistema comercial multilateral en lugar del bilateralismo de la década de 1930.
Más tarde, en 1944, se sentaron las bases para la creación de dos instituciones internacionales fundamentales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) tendría la responsabilidad de dirigir la estructuración de los intercambios entre las diversas monedas mundiales, y también la de financiar los desequilibrios en los pagos a corto plazo entre los países. El Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), concedería préstamos a largo plazo para la reconstrucción de las economías devastadas por la guerra y, finalmente, para el desarrollo de las naciones más pobres del mundo.
En 1947 se firmó en Ginebra un Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT). Los firmantes se comprometían a no discriminar a otras naciones, a intentar reducir los aranceles, a no recurrir a restricciones cuantitativas y a eliminar las existentes y a consultar mutuamente antes de hacer cambios de políticas importantes. Finalmente, en 1994, la Organización Mundial del Comercio (OMC) sustituyó al GATT.

EL PLAN MARSHALL Y LOS “MILAGROS” ECONÓMICOS
A finales de la primavera de 1947 el general George C. Marshall anunció que si las naciones de Europa presentaban una petición unificada y coherente de ayuda, el gobierno de los Estados Unidos tendría una respuesta solidaria. Éste fue el origen del llamado Plan Marshall.
Representantes de dieciséis naciones se reunieron en París el 12 de julio de 1947, confiriéndose el título de Comité de Cooperación Económica Europea (CCEE). Incluía a todas las naciones democráticas de Europa Occidental (e Islandia), incluyendo a las neutrales Suecia y Suiza, así como a Austria, al Portugal no democrático y a Grecia y Turquía. Finlandia y Checoslovaquia mostraron interés por participar, pero fueron llamados al orden por la Unión soviética; ni ésta ni ninguno de los países del este de Europa estuvieron representados. La España de Franco no fue invitada y Alemania, aún sometida a ocupación militar, no tenía un gobierno que la representara.
Los jefes de Estado de los Estados Unidos, el Reino Unido y la URSS se reunieron en julio en Potsdam, cerca de Berlín, para determinar el destino de Alemania, pero decidieron prolongar la ocupación militar. El resultado final fue la división de Alemania en dos estados diferentes: la República Federal Alemana (Alemania Occidental) y la República Democrática Alemana (Alemania Oriental).      
Para asegurar la supervivencia de la población en las zonas ocupadas, el gobierno militar americano financió unos dos tercios de las importaciones esenciales. Para estimular la recuperación económica en sus zonas, las potencias occidentales llevaron a cabo en junio de 1948 la reforma de la moneda alemana, sustituyendo al devaluado Nazi Reichsmark por Deutschemark. La respuesta inmediata y arrolladora, se conoció como Wirtschaftswunder (milagro económico).
La Unión Soviética, que no había sido consultada sobre la reforma monetaria, y que la consideraba como una infracción del acuerdo de Potsdam tomó represalias cerrando todas las carreteras y enlaces de ferrocarril entre las zonas de ocupación occidentales y Berlín Oeste. Pero los aliados occidentales respondieron rápidamente con un puente aéreo a gran escala de productos estratégicos. Los aviones no sólo abastecieron a las tropas occidentales sino también a los tres millones de habitantes de Berlín Oeste.
La recuperación económica de Europa Occidental podía considerarse resuelta. El Plan Marshall terminó en 1952.   




LA ERA DEL GRAN CRECIMIENTO
El cuarto de siglo posterior a la Segunda Guerra Mundial fue testigo del más largo período de crecimiento ininterrumpido en los países industriales del mundo y las tasas de crecimiento fueron las más altas de la historia.
La ayuda americana desempeñó un papel crucial al encender la chispa de la recuperación. Después, los europeos la mantuvieron con altos niveles de ahorro e inversiones. Durante los años de recesión y de guerra se había creado una interrupción en las innovaciones tecnológicas que sólo esperaban para ser utilizadas el capital y la mano de obra cualificada adecuada. De este modo, la modernización tecnológica contribuyó decisivamente al llamado milagro económico.
Otro factor fundamental fue la intervención de los gobiernos. Participaron en la vida económica directa e indirectamente a mayor escala que antes. Nacionalizaron algunas industrias básicas, trazaron planes económicos y establecieron numerosos servicios sociales. No obstante, la empresa privada llevaba la carga de la actividad económica.
Finalmente, a largo plazo, gran parte de la recuperación debe atribuirse a la riqueza de potencial humano de Europa. Sus altas tasas de alfabetización y de instituciones educativas especializadas.  

EL SURGIMIENTO DEL BLOQUE SOVIÉTICO
La Unión soviética fue la nación que sufrió mayores daños de las que participaron en la guerra. Según las estimaciones oficiales, el 30% de la riqueza anterior a la guerra fue destruida.
A pesar de todo, la Unión Soviética surgió como una de las dos superpotencias en el mundo de la postguerra. Para restaurar la devastada economía y aumentar la producción a nuevos niveles, el gobierno lanzó el Cuarto Plan Quinquenal en 1946. Al igual que habían hecho los planes anteriores, concedía especial importancia a la industria pesada y de armamento, con particular atención a la energía atómica. Asimismo, en el nuevo plan se utilizaron generosamente las reparaciones monetarias y tributos de los países que habían formado parte del Eje y de los nuevos satélites de la URSS.
Una revisión constitucional en 1946 sustituyó el Consejo de Comisarios por un Consejo de Ministros, en el que Stalin asumió el puesto de presidente o primer ministro.
Stalin murió en 1953. Tras dos años de “liderazgos colectivos” y de juegos de alianzas entre los altos dirigentes del Partido Comunista, Nikita Kruchev, que había sucedido a Stalin como primer secretario del partido, surgió como líder supremo.
En 1955 el gobierno anunció el “cumplimiento” de un plan quinquenal y la inauguración de otro.  La industria pesada soviética continuó aumentando su producción, aunque la producción de bienes de consumo siguió siendo pobre.
Los partisanos yugoslavos, mandados por el mariscal Tito, liberaron al país con escasa ayuda rusa y prácticamente ninguna de Gran Bretaña, otorgando así al país cierta dosis de independencia. Las elecciones de noviembre de 1945 dieron al Frente de Liberación Nacional, dominado por los comunistas de Tito, una mayoría sustancial en la nueva asamblea constituyente, la cual no tardó en derrocar la monarquía y proclamar una República Popular Federal. La nueva constitución era similar a la soviética, y Tito gobernó el país de modo parecido a Stalin, sin embargo, se negó a aceptar los dictados de la Unión Soviética y en 1948 rompió públicamente con este país y los demás satélites comunistas.
La determinación de las fronteras de Polonia y de su forma de gobierno, constituyeron uno de los problemas más graves a la hora de hacer la paz. En la última fase de la guerra había habido dos gobiernos provisionales, uno en Londres y otro en la Polonia ocupada por Rusia. Ante la insistencia rusa y con la conformidad occidental, los dos grupos se unieron para formar un Gobierno Provisional de Unidad Nacional, con una promesa de prontas “elecciones libres y sin trabas”. La coalición duró hasta 1947, cuando los comunistas expulsaron a sus socios y asumieron el control total. El acuerdo territorial provisional de Potsdam desplazaba a Polonia 300 millas hacia el oeste. Los polacos expulsaron inmediatamente a los millones de alemanes que residían en la zona para hacer sitio a los millones de polacos que acudían desde la zona ocupada por los rusos.
Los tratados de paz con los satélites del este de Europa de Alemania –Rumanía, Bulgaria y Hungría- se establecieron de esta manera: Rumanía recuperó Transilvania de Hungría, pero tuvo que devolver Besarabia y el norte de Bukovina a la Unión soviética y el sur de Dobrudja a Bulgaria. Hungría fue la que más perdió, ya que no ganó nada y tuvo que ceder una pequeña zona a Checoslovaquia, que perdió Rutenia a favor de la Unión Soviética.  Letonia, Estonia y Lituania formaban parte otra vez del nuevo imperio ruso.
En enero de 1949 la Unión soviética creó el Consejo de Mutua Ayuda Económica (COMECOM) en un intento de integrar las economías de sus satélites del este de Europa en una unión más coherente. Incluía a Albania, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Checoslovaquia, Polonia y Alemania Oriental.
Poco después de la muerte de Stalin brotaron huelgas y disturbios en varios países satélites.
En 1956 en Hunngría, Imre Nagy, un “comunista nacional”, llegó a primer ministro prometiendo reformas a todos los niveles e incluso elecciones libres. También anunció que Hungría se retiraría del Pacto de Varsovia, y pidió que las Naciones Unidas garantizaran una neutralidad perpetua para Hungría. El 4 de noviembre, a las 4 de la madrugada, tanques y bombardeos soviéticos iniciaron un ataque sincronizado sobre Hungría cuyo resultado fue la destrucción de la ciudad.
En enero de 1968 el Partido Comunista Checo dirigido por Alexander Dubcek, se deshizo de los dirigentes estalinistas de la vieja guardia, proponiendo un programa de reformas de largo alcance que incluía una mayor confianza en los mercados libres en lugar de los precios dictados por el gobierno, la disminución de la censura en la prensa y un aumento considerable de la libertad personal. Finalmente, en agosto de 1968, el ejército y las fuerzas aéreas soviéticas invadieron Checoslovaquia y establecieron la ley marcial.
La República Popular China se alió brevemente con la Unión Soviética. El 1 de octubre de 1949 los comunistas, dirigidos por Mao Tse-tung y Chun En-lai, proclamaron formalmente la República Popular de China (RPCh) con capital en Pekín. Con el control político firmemente establecido, el nuevo gobierno emprendió la modernización de la economía y la reestructuración de la sociedad. En 1953 empezó a fomentar la colectivización de la agricultura y se emprendió la nacionalización de la industria. Tras la muerte de Mao en 1976 aumentaron los contactos con Occidente, y en la década de 1980, bajo el liderazgo de Deng Xiaoping, el gobierno volvió a permitir el libre mercado y la libre empresa, si bien dentro de ciertos límites.
Después de la derrota de Japón, los ejércitos americano y soviético ocuparon corea conjuntamente. La República Democrática de Corea tenía una economía de tipo soviético, relativamente industrializada. La República Socialista de Vietnam proviene de la República Democrática de Vietnam, establecida el 2 de septiembre de 1945 por Ho Chi Minh, el líder del movimiento de resistencia contra los japoneses, que habían ocupado el país durante la Segunda Guerra Mundial. Acabada ésta, los franceses intentaron volver a establecerse allí, pero fueron derrotados por los vietnamitas en 1954. A partir de entonces el país quedó dividido en el Norte comunista y un Vietnam del Sur anticomunista. En la trágica guerra civil que siguió, en las décadas de 1960 y 1970, el sur fue derrotado a pesar del masivo apoyo militar y de la ayuda económica de los Estados Unidos.
El único estado socialista aliado de la Unión soviética en el continente americano era la República de Cuba, cuyo líder es Fidel Castro.

LA ECONOMÍA DE LA DESCOLONIZACIÓN
Cuando Gran Bretaña concedió la independencia al subcontinente indio en 1947 surgieron dos naciones, y después, una tercera y una cuarta. India y Pakistán adquirieron su independencia el 15 de agosto de 1947. Al año siguiente la isla de Ceilán también obtuvo la independencia rebautizándose con el nombre de Sri Lanka en 1972. Al constituirse Pakistán, estaba dividido en dos partes separadas geográficamente: el Pakistán Occidental y el Pakistán Oriental. Los pakistaníes occidentales dominaron políticamente a los orientales hasta 1971, en que estos últimos se rebelaron y establecieron el Estado independiente de Bangladesh.
Birmania obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1948, Indonesia de los holandeses en 1949 y Lao y Camboya, junto con Vietnam del Norte, de los franceses en 1954. En 1963 las que fueran colonias de la Corona, Singapur, Sarawak y borneo del Norte se unieron a la Federación Malaya como Federación de Malasia, pero en 1965 Singapur, con una población mayoritariamente de origen chino, se retiró de la Federación y se convirtió en una república independiente. Las Filipinas se hicieron independientes el 4 de julio de 1946 como República de Filipinas.
La antigua colonia italiana de Libia fue la primera nación africana que obtuvo la independencia. En 1969 una junta militar formada por jóvenes oficiales derrocó al anciano rey pro occidental, estableciendo una república nacionalista árabe que en la década de los ochenta y los noventa propició e instigó el terrorismo internacional.
El protectorado de Gran Bretaña sobre Egipto terminó formalmente en 1922, pero aquélla mantuvo el control de los asuntos militares y de política exterior. En 1952 una junta militar derrocó a un gobierno manejado por los británicos. En 1956 el dictador forzó la salida de las últimas tropas británicas.
Francia acabó concediendo la independencia total a Túnez y Marruecos, pero reforzó su control sobre Argelia. Los argelinos replicaron con una guerra de guerrillas intensiva que comenzó en 1954. En mayo de 1958 el gobierno de la cuarta República francesa abdicó sus poderes en el general De Gaulle que pareció intentar conservar Argelia como parte de Francia pero, tras varios años de derramamiento de sangre e infructuosos intentos de alcanzar una cuerdo con los líderes argelinos para la autonomía dentro de la “Comunidad Francesa”, en 1962 accedió a conceder la independencia total.
En 1951 Costa de Oro y Nigeria lograron cierta autonomía local, no obstante, en costa de Oro, Kwame Nkrumah , un notable líder político, exigió la independencia inmediata y se mostró decidido a obtenerla, antes de correr el riesgo de una revuelta, los británicos accedieron a casi todas las exigencias y en 1957 surgió el Estado de Ghana. Con este precedente, Nigeria consiguió su independencia en 1960 y otras posesiones británicas siguieron el ejemplo en años posteriores.
En 1965 Gran Bretaña había concedido la independencia a todas sus colonias africanas excepto a Rhodesia del Sur. Finalmente en 1979 tras unas elecciones libres, la mayoría negra triunfó y rebautizaron el país con el nombre de Zimbabue.
A mediados de la década de 1960 las antiguas potencias coloniales europeas, excepto Portugal, habían concedido la independencia a casi todas sus colonias en Asia y África. En 1974, no obstante, un golpe de Estado en Portugal derrocó el régimen dictatorial y el nuevo gobierno no tardó en negociar la independencia de sus colonias africanas, Angola y Mozambique.
La mayoría de los gobiernos de las nuevas naciones se caracterizaron por su ineficacia y corrupción.

LOS ORÍGENES DE LA COMUNIDAD EUROPEA
La Unión Aduanera del Benelux, que garantizaba el libre movimiento de mercancías dentro de Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo, y un arancel exterior común, surgió cuando se advirtió que, bajo las condiciones modernas de producción y distribución, las economías de los Estados independientes eran demasiado pequeñas para permitirlas disfrutar de los beneficios totales de la producción a gran escala.
En 1950 el ministro de exteriores francés Robert Schuman propuso la integración de las industrias del acero y del carbón. Los motivos de Shuman eran tanto políticos como económicos.  Participaron Alemania Occidental, las naciones del Benelux e Italia.  El tratado que creaba la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) se firmó en 1951 y entró en vigor a principios del año siguiente. Estipulaba la eliminación dentro de la comunidad de los aranceles y cuotas comerciales del mineral de hierro, carbón, coque y acero, un arancel exterior común para las importaciones de otros países, y controles en la producción y ventas. Para supervisar sus operaciones se estableció una alta autoridad con poderes ejecutivos, una Asamblea de carácter consultivo solamente y un Tribunal de Justicia para resolver las disputas.
En 1957 los participantes del Plan Schuman firmaron dos tratados más en Roma, uno creaba la Comunidad europea de Energía Atómica (EURATOM), para el desarrollo de usos pacíficos de la energía atómica; y otro creaba  la comunidad económica europea (CEE) o Mercado Común. El Tratado del Mercado Común estipulaba la eliminación gradual de los impuestos de importación y las restricciones cuantitativas en todo el comercio entre las naciones miembros y el establecimiento de un arancel común. Los miembros de la comunidad se comprometían a realizar una política común de transporte, agricultura, seguridad social y demás áreas fundamentales de política económica, y a permitir el libre movimiento de personas y capital dentro de las fronteras de la comunidad.
Tras la firma del tratado del Mercado Común, Gran Bretaña, los países escandinavos, Suiza, Austria y Portugal crearon la Asociación europea de Libre Comercio (EFTA). El tratado sólo estipulaba la eliminación de aranceles de productos industriales.
Gran Bretaña, Irlanda y Dinamarca fueron aceptadas en el Mercado Común como miembros en 1972, con entrada en vigor el 1 de enero de 1973. Posteriormente Grecia se unió en 1981, y España y Portugal en 1986.
Surgieron muchos problemas dentro de la Comunidad Europea. La Política Agrícola Común (PAC) y el sistema Monetario Europeo (SME) (que preveía la sustitución de las monedas nacionales independientes por una moneda única, el ECU), constituían alguno de ellos.  

En 1963 se firmó una convención Camerún que ofrecía cooperación comercial técnica y financiera a dieciocho países del África negra. En 1975 se firmó una convención en Lomé, Togo, con cuarenta y seis países de África, el Caribe y el Pacífico, concediendo libre acceso a la Comunidad a casi todos sus productos, además de proporcionarles ayuda industrial y financiera. En 1979 la convención de Lomé se renovó y extendió a un total de cincuenta y ocho países, y en 1984 a sesenta y cinco. La comunidad suscribió asimismo acuerdos similares con Israel (1975), Túnez, Argelia y Marruecos (1976), y con Egipto, Siria, Jordania y Líbano (1977).   

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