El comercio a larga distancia ha
existido desde los comienzos de la civilización, su importancia creció
enormemente en el siglo XIX. (+ Entre 1840
y 73). Europa fue el origen y destino del 60% de las importaciones y
exportaciones.
Como consecuencias de estos
acontecimientos también se produjo un movimiento internacional de población de
capital, aunque el comercio internacional tuvo algunos obstáculos, (naturales
“alto costes de trasportes” y artificiales “aranceles y prohibiciones”).
Gran Bretaña opta por el libre comercio. Consideraciones prácticas
obligaron a los gobiernos a reconsiderar sus prohibiciones y aranceles. La
defensa de Adam Smith del comercio
internacional libre, derivo de su análisis de los beneficios de la
especialización y la división del trabajo.
Era el principio de la ventaja comparativa, la
base de la teoría moderna del comercio internacional. La pieza central y
símbolo del sistema proteccionista del reino unido era las llamadas leyes del
grano, aranceles sobre el grano importado, la cual produjo numerosas revueltas
y reformas. Después de 1860 solo quedaban algunos derechos de aduana como
en el brandy, el vino, el tabaco y la pimienta.
La era del librecambio. El
gran avance fundamental fue un tratado comercial, el denominado tratado de
cobden-chevalier, o tratado anglo francés. El tratado disponía que gran Bretaña
eliminara todos los aranceles contra las importaciones de bienes franceses, a
excepción de algunos (vino y brandy), mientras que Francia eliminaría su
prohibición de importar productos textiles británicos y redujo los aranceles
sobre los productos británicos. Las consecuencias de esta red de tratados
comerciales fueron espectaculares. El comercio internacional aumento
aproximadamente un 10 % anual, la mayor parte tuvo lugar en el continente
europeo.
La gran depresión y la vuelta al proteccionismo. Otra consecuencia
de la integración de la economía internacional ocasionada por un comercio más
libre fue la sincronización de los movimientos de los precios a través de las
fronteras nacionales. En 1873, se produjo un pánico financiero en Viena y new
york que se extendió sorprendentemente por todas las naciones industriales, denominándola como la gran
depresión.
En resumen la economía mundial a
principios del siglo XX estaba más integrada y era más interdependiente de lo
que nunca había sido o volverá a serlo mucho después de la segunda guerra
mundial. En la agonía de la guerra mundial y sus secuelas los pueblos del mundo, y muy especialmente los de Europa
habían sido muy afortunados.
El patrón de oro internacional. El alto grado de integración
conseguido a la economía mundial a finales del siglo XIX dependía fundamentalmente
de la adhesión al patrón oro internacional. La función de un patrón monetario
es definir la unidad de valor de un sistema monetario.
La Inglaterra medieval tenia la
libra medieval como patrón monetario, en un principio de plata, lo conservara
hasta después de las guerras napoleónicas cuando el gobierno decidió volver al
patrón metálico, pero esta vez al patrón de oro. Durante los primeros ¾ del siglo XIX la mayoría de los países tenían patrones
monetarios metálicos, mas tarde España, serbia y Rumania se adhirieron a la
unión definiendo sus monedas como iguales al franco. Al principio del siglo XX
prácticamente todas las naciones importantes comerciales habían adoptado el
patrón oro internacional.
Migración e inversión internacionales. En el siglo XIX se dio un
gran aumento en el movimiento internacional de población y de capital. Hubo una
cierta migración internacional dentro de Europa, pero el movimiento más
importante fue transoceánico. (Principalmente a estados unidos).
La exportación de capital o
inversión extranjera, fortaleció todavía más la integración de la economía
internacional, alcanzando su máxima dimensión en los siglos XIX y XX. El
principal motivo para la inversión
extranjera era la esperanza por parte del inversor de una ganancia más alta en
el extranjero que en su país.
Antes de 1914, Gran Bretaña era
con diferencia el mayor inversor extranjero, suponía el 43 % de las inversiones
mundiales. Durante la primera mitad del siglo los inversores británicos
compraban obligaciones públicas de diversos países europeos e invertían en
empresas privadas, sobretodo dirigieron su atención hacia los ferrocarriles,
minas y ranchos americanos.
Francia fue el segundo inversor
extranjero, aunque empezó el siglo pidiendo préstamos a los extranjeros. Pero Francia
no tardo en alcanzar la situación excedentaria en su balanza comercial, lo cual
aportó el grueso de los recursos para la inversión extranjera hasta los años
1870. En la primera mitad los franceses invirtieron principalmente en los países
vecinos. En conjunto la contribución francesa fue fundamental.
Alemania es un caso de una nación
q paso de ser deudora a acreedora en el curso del siglo. Las pequeñas naciones
desarrolladas de Europa – Bélgica, los países bajos y suizos - , las cuales se
habían beneficiado de la inversión extranjera en sus respectivas economías en el trascurso del siglo, se habían
convertido asimismo en acreedores cuando este tocaba a su fin.
De los receptores de inversión
extranjera os estados unidos eran con diferencia el mayor, y dentro de Europa
el mayor receptor fue Rusia. Ayudando estas inversiones a construir
ferrocarriles, a explotar recursos minerales, financiar empresas, etc...
Las inversiones en Iberoamérica y
Asia, aunque importantes en su conjunto, fueron mucho menores en relación con
la población de las naciones receptoras que las de los países que acabamos de
nombrar. En estas áreas y en África, el resultado de la inversión extranjera fue
el desarrollo de fuentes de materias primas internas de su economía.
El renacimiento de imperialismo occidental. Los vastos continentes
de Asia y África participaron mínimamente de la expansión del siglo XIX hasta
que se vieron obligados a hacerlos por el poder militar de occidente. El
extenso y antiguo impero chino, Japón, corea y los principados de sudeste de Asia,
intentaron mantenerse alejados de la civilización occidental, a la que
consideraban inferior a la suya.
La mayor parte de África tenía un
clima opresivo para los europeos y gran cantidad de enfermedades desconocidas y
mortales, todo esto junto con el bajo nivel de desarrollo económico lo hacían poco atractivo para los mercaderes
y empresarios europeos. No obstante una serie de acontecimientos llevaron a la participación de Asia y África
en la evolución económica mundial antes de que terminara el siglo XIX.
En el territorio africano, una
demarcación fue muy importante la colonia del cabo, primeramente colonizada por
el holandés y más tarde por los británicos. Provoco numerosas revueltas y conflictos,
multitud de muertes de tribus africanas y también como consecuencia numerosa
esclavitud.
En 1867 el descubrimiento de
diamantes atrajo un gran caudal de buscadores de tesoros de todo el mundo. En
1886 se descubrió el oro transvaal, estos acontecimientos alteraron
completamente las bases económicas de las colonias e intensificaron las
rivalidades políticas.
Unas de las mayores ambiciones
fue construir un ferrocarril del cabo al Cairo, todo él en territorio
británico. Y otra gran ruta comercial fue a la apertura del canal de Suez en
1869 que revoluciono el mundo del comercio y también puso en peligro la línea
fundamental de comunicación y comercio
entre gran Bretaña y la india.
África central fue la última zona
del continente negro que se abrió a la penetración europea. El descubrimiento
de diamantes en Sudáfrica estimulo la exploración con la esperanza de encontrar
descubrimientos similares en África central. Entre los países que más
intervinieron se destacan, Alemania, Bélgica, Portugal y los franceses.
En Asia. La decadencia interna
había debilitado seriamente a la dinastía manchú que había gobernado china
desde mediados del siglo XVII, lo que brindo a los occidentales la oportunidad
de abrirse camino en aquel imperio del que habían sido excluidos tanto tiempo.
El té y las sedas chinas encontraron un mer4cado activo en Europa y para el
mercado chino encontraron el opio que al principio se prohibió después de la
guerra del opio china se vio forzada a aceptar. Las concesiones de china a los
extranjeros llevaron a brotes de violencia y desorden en contra de los
extranjeros, que a su vez llevaron a represalias extranjeras y concesiones. (Rebelión
de los bóxers). La nueva república de china siguió débil y divida, y sus
esperanzas de reforma y regeneración se pospusieron durante mucho tiempo.
Razones del imperialismo. Asia y África no fueron las únicas áreas
sujetas a la explotación imperialista,
así como tampoco fueron las naciones de Europa las únicas que se entregaron a
esta. Las causas del imperialismo fueron variadas y complejas. El imperialismo
moderno lo relaciona con la necesidad económica. Explicaciones: 1) la
competencia en el mundo capitalista se hace más intensa, dando lugar a la
formación de empresas a gran escala y eliminación de las pequeñas; 2) el
capital se acumula en las grandes empresas casa vez con mayor rapidez y, como
el poder adquisitivo de las masas e insuficiente para comprar todos los
productos de la industria a gran escala, los beneficios disminuyen; 3)como el
capital se acumula y la produccio9n de las industrias capitalistas no se vende,
los capitalistas recurren al imperialismo para hacerse con el control político
en áreas en las que pueden invertir su capital excedente y vender sus productos
excedentes. Esta es la esencia de la teoría marxista del imperialismo. Como
conclusión y ultimo término, el imperialismo moderno debe considerarse como un
fenómeno psicológico y cultural tanto como político o económico.
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