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miércoles, 4 de diciembre de 2013

EL ABSENTISMO LABORAL

4. EL ABSENTISMO LABORAL

El absentismo laboral hace referencia a los periodos de tiempo en que un empleado se ausenta de su puesto dentro del horario de trabajo por causas justificadas reconocidas legalmente (incapacidad temporal, permisos relacionados con la actividad sindical...) o injustificadas (retrasos, salir a fumar, recados, cuidado de los hijos o de personas mayores, etc.).
A estos dos tipos de absentismo hay que sumarle un tercero: el absentismo presencial, que consiste en acudir al trabajo, pero dedicando una parte de la jornada a actividades que no guardan relación con las tareas propias del puesto que se ocupa. Consultar páginas web y usar el correo electrónico con fines personales son algunas de las más comunes.
Hoy asociamos el absentismo presencial al uso de las nuevas tecnologías, pero su práctica es muy antigua. En otras épocas -y aún hoy- consistía en leer el periódico en horas de trabajo o hacer llamadas a amigos y familiares.
Un elevado absentismo laboral puede contribuir a reducir la productividad de una empresa, provocarle problemas organizativos y generarle altos costes, ya que hay que cubrir el puesto del absentista, su ausencia puede provocar que haya maquinaria que no se utilice, etc.
Por todo ello, el control del absentismo es una de las tareas principales del departamento de Recursos Humanos.

4.1. EL ABSENTISMO LABORAL: UN PROBLEMA DE INSATISFACCIÓN

El absentismo laboral es un fenómeno que por su alcance y dimensión creciente afecta de forma progresiva a los costes de producción de las empresas y de gestión de la Seguridad Social.
El absentismo, como escribe Gili Maluquer (1), no es un problema médico, sino un fenómeno sociológico inherente al desarrollo industrial y económico, encontrándose directamente vinculado a la «actitud» del individuo y de la sociedad ante el trabajo. Todo lo que propicie una «actitud» adecuada (mando, representatividad, satisfacción, singularidad, motivación, etc.) redunda en un menor absentismo, y todo lo que favorece un deterioro de esta «actitud», redunda en un mayor absentismo (falta de promoción, nivel económico bajo, trabajo monótono y repetitivo, trabajo manual, masificación,
indiferenciación, deterioro del clima laboral, malas condiciones de seguridad e higiene, etc.).
Quizá el denominador común que pudiera aplicársele a todas las «actitudes negativas», que acabamos de reseñar, sea la falta de adaptación laboral, tanto a una función, como a una tarea, o a un puesto de trabajo.

4.2. TÉCNICAS DE CONTROL DEL ABSENTISMO LABORAL

El absentismo justificado por causas médicas es, probablemente, el más habitual. Conviene controlarlo a partir de los partes médicos y de las mutuas con el fin de cuantificarlo e identificar qué lo provoca, ya que en algunos casos la empresa puede intervenir para reducirlo aplicando una correcta política de prevención de riesgos laborales.
El absentismo injustificado relacionado con el incumplimiento del horario de trabajo puede controlarse a través de una ficha de acceso al edificio (entrada principal o parking) o de la hora en que el trabajador enciende y apaga su ordenador u otras máquinas que utilice diariamente.
El absentismo presencial por el uso, con fines personales, de Internet, el correo electrónico o el teléfono puede reducirse con una adecuada comunicación. La empresa puede transmitir cuál es su política en esa materia en las entrevistas de selección o a través de una cláusula específica en los contratos de trabajo, de carácter informativo.
Siempre que no se vulnere ningún derecho fundamental del trabajador, la empresa está autorizada a limitar el acceso a Internet y a otras herramientas o materiales que los empleados no precisen para llevar a cabo sus tareas.

4.3. TÉCNICAS DE MOTIVACIÓN PARA EL ABSENTISMO LABORAL

Una adecuada política de motivación es, sin duda, la mejor arma para luchar contra el absentismo. Para aplicarla es necesario averiguar qué medidas pueden contribuir a aumentar la satisfacción de los empleados e implantar acciones concretas. Una de las más valoradas es la flexibilidad horaria, ya que ayuda a compaginar la vida familiar y laboral.

4.4. CONCLUSIONES SOBRE EL ABSENTISMO LABORAL

Podemos señalar las siguientes conclusiones:

— El absentismo supone un evidente deterioro de la economía, que
pone en evidencia una profunda insatisfacción del medio laboral.

— Para combatir el absentismo no sólo se precisan medidas coercitivas contra los defraudadores, sino esencialmente: reforma de la medicina de empresa y de los servicios sanitarios de la Seguridad Social (labor que obviamente corresponde al Estado), una correcta aplicación de la normativa de Seguridad e Higiene en la prestación de servicios, y la existencia de un buen clima laboral entendiendo por esto un trabajo adecuadamente motivado y espiritualmente enriquecedor.

— En la negociación colectiva es donde de forma más específica pueden establecerse las bases que regulen la disminución del absentismo.

— A través del AMI se ha comenzado a estudiar la problemática del absentismo por las principales fuerzas sociales implicadas, y si bien por este solo hecho no se han conseguido unos resultados evidentes, estimamos que puede constituir el «desbloqueo» de una cuestión eminentemente «tabú» del mundo laboral y que, a no dudar, producirá sus frutos en los próximos años de negociación colectiva.



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